Historia regional y local del Valle del Tuy

Por: Iván López.

         El presente artículo es una crónica sobre los hechos acaecidos en el pueblo de OCUMARE DEL TUY entre los meses de Febrero y Marzo del año 1814, para ello se tomó información de la Gaceta de Caracas publicadas en esos días, se citan algunos partes de guerra y se hace una revisión de la bibliografía referente a esos sucesos de escritores posteriores a la época, esto con la finalidad de mostrar un hecho sucedido en el Tuy exponiendo los eventos uno a uno tal cual se sucedieron de forma sencilla y resumida con la finalidad de brindar una herramienta pedagógica al alcance de los docentes y estudiantes para la comprensión de ese hecho histórico.

        Como consecuencia de la pérdida de la Primera República en el año de 1812 Domingo de Monteverde y sus lugartenientes restablecen la monarquía española en Venezuela, y a manera de ejemplarizar o tal vez de odio por la osadía del pueblo de Venezuela al darse su justa libertad, lo realizan a través de la violencia y la barbarie, esto camuflado en las lides de la guerra al principio, donde el asesinato de ancianos y niños, la violación a la mujer, el saqueo y el decomiso de los bienes inmuebles estaban a la orden del día y luego de restablecido el poder español  con las persecuciones, juicios, condenas a presidio y ajusticiamientos a diestra y siniestra, creando así el clima de lo que luego hemos denominado los años de la Guerra a Muerte (1812 – 1815).

      A raíz de estos hechos y después de iniciada la Campaña Admirable, el Libertador dicta, el 15 de junio de 1813 en horas de la madrugada, la famosa proclama de Guerra a Muerte. Este decreto fue la respuesta de Simón Bolívar ante los numerosos crímenes perpetrados por los jefes realistas, principalmente Domingo de Monteverde.

Firma del Decreto de Guerra a Muerte, imagen tomada de http://encontrarte.aporrea.org/

       En una primera instancia ésta manifestación fue considerada por Bolívar como ley fundamental, que luego ampliaría y ratificaría en el cuartel general de Puerto Cabello, mediante la proclama del 6 de septiembre del mismo año 1813, acto que según algunos historiadores puede ser considerado como un Segundo Decreto de Guerra a Muerte.

       Posteriormente, cuando en el segundo semestre de 1813 aparecen en escena José Tomás Boves, Francisco Rosete y Francisco Tomás Morales entre otros, la matanza se hace más intensa por parte de los realistas y la respuesta de los republicanos es radicalizar la aplicación de la «guerra a muerte». Derivado de esto se produjo la ejecución de los presos españoles y canarios de Caracas y La Guaira ordenada por Bolívar en febrero de 1814.

Comandante Francisco Rosete, imagen tomada del libro Guerra de Exterminio …aquellos años sangrientos.

        El día 03 de febrero de 1814 tiene lugar la primera Batalla de la Puerta donde resulta vencedor el bando de José Tomas Boves, después  de este triunfo Boves establece su comando principal en Villa de Cura, y decide dividir sus fuerzas en tres, para realizar una estrategia de ataque a Caracas por varios flancos, de allí que entonces envía a Francisco Tomas Morales a realizar su avance hacia Caracas por la Victoria y a Francisco Rosete  por los Valles del Tuy quedando Boves con una tercera parte de las tropas, acantonadas en Villa de Cura a manera de retaguardia y refuerzo de los otros dos flancos.

       Francisco Rosete conocedor como era, pues vivía en el pueblo de “Taguay”, de los caminos que conducen a la Serranía del Interior, parte desde Villa de Cura hacia “El Paso de los Pilones”  camino por el cual llega por la parte sur de los Valles del Tuy, específicamente entrando por el pueblo de Ocumare el día 11 de febrero, encontrándose con un pueblo escasamente armado, con pocos insumos de guerra y poca tropa que defendiera el lugar, habiendo recibido el día anterior noticias del avance de las tropas de Rosete a Ocumare, el presbítero del pueblo Juan José de Orta, envío un mensajero para tratar de interceder como representante de la iglesia con el líder realista pero este asesina al mensajero y continua su avance implacable; para darnos una idea de lo que debieron sentir los ocumareños Juan Vicente González nos narra:

     Suponeos una turba desenfrenada de hombres desalmados, sin religión, sin familia, sin patria, devorada por los instintos del pillaje, del asesinato, de la lujuria, de la venganza, de la rapiña; armados del puñal y de la tea, al mando de un jefe que les concede amplia licencia para satisfacer todos los apetitos imaginables. Suponeos esta turba famélica en posesión  de un pueblo indefenso, rendido, que clama piedad y eleva sus preces al dios de las misericordias, al verse entregado a saco y a la muerte.

Paso de los Pilones, Frontera entre los actuales estados Guarico y Miranda.

       La Matanza comenzó desde los ejidos del pueblo, desde sus conucos mas lejanos, entrando casa por casa, asesinando, saqueando y quemandolo todo hasta llegar a la plaza y a la iglesia, el horror y la crueldad se impusieron, hombres, mujeres, niños y ancianos eran asesinados con saña y brutalidad, la violación y el ultraje se hicieron presentes, los que pudieron alcanzar el monte huyeron hacia lo profundo de las montañas, otros se refugiaron en la iglesia, esto motivó que Rosete diera la orden de derribar las puertas del templo a hachazos y luego que entraron no dejaron vivo a nadie dentro de éste, las calles quedaron regadas de sangre y de cuerpos mutilados, los seguidores de Rosete incluso cortaron orejas, brazos, piernas y las partes intimas de los hombres y los senos a las mujeres y los clavaron en las puertas y ventanas de las casas que no fueron quemadas como trofeos, la poca resistencia que se enfrentó a la horda infernal fue dirigida por el Capitán Marcelino Plaza quien vencido se repliega hacia Caracas.

       Este horror fue narrado días después en una Carta por el Presbítero Juan José Orta a sus superiores donde expresaba lo sucedido con detalles:

… el 11 del corriente fue atacada esta plaza por una multitud de forajidos, acaudillados por el bárvaro y sanguinario Rosete. Sobre trescientos cadáveres de aquellas primeras personas de representación y adhesión a nuestra libertad cubren las calles, fosos y montes de su inmediación. El clamor de las viudas y de los huérfanos es tan general como irremediable, pues todo el pueblo fue robado y saqueado hasta no dejar cosa alguna útil…

Pero no es esto sólo lo que asombra y horroriza: el santuario del dios vivo fue violado con el mayor escándalo e impiedad. La sangre de tres victimas inocentes acogidas a su inmunidad sagrada, riegan todo el pavimento; José Ignacio Machillanda en el Coro; José Antonio Rolo en medio de la nave principal; y Juan Díaz en el Altar Mayor…

        Las noticias de estos hechos se esparcieron por el Tuy como reguero de pólvora y muchas de sus poblaciones fueron abandonadas, la mayoría de los pobladores llegan hasta Caracas en los días posteriores al hecho, de esta manera se da parte de lo sucedido en Ocumare, a la par Rosete tenía ordenes de levantar a las esclavitudes y liberar a los presos del Tuy, de Caracas y de la Guaira, algo que logra sólo en el Tuy, pues habiendo enviado emisarios a comunicarse con los realistas en la Capital estos fueron descubiertos y capturados, velando así la componenda.

        Informado el Coronel Juan Bautista Arismendi de lo sucedido, quien en ese momento ejercía el cargo de Gobernador de Caracas, tomando en consideración lo escaso de las tropas con las que contaba y la inminente invasión de Caracas desde el Tuy, decide solicitar ayuda al libertador y toma la iniciativa de preparar una defensa de la ciudad, informado Bolívar, inmediatamente envía a José Félix Rivas, quien acababa de Vencer en la “Batalla de La Victoria”, a defender a Caracas, por su parte Francisco Rosete a iniciado su avance hacia Caracas, pero se entera por sus exploradores de la venida de Ribas a Caracas acompañado de 700 hombres y decide entrar a Charallave, donde se atrinchera, informado a su vez Ribas de los movimientos de Rosete y de las fuerzas y posibilidades de este, decide bajar al Tuy y enfrentarlo.

General José Félix Ribas. Imagen tomada de www.laprensademonagas.info

        Llegan los republicanos a Charallave el día 20 de febrero de 1814, allí en horas del medio día, Ribas derrota rápidamente una fuerza colocada por Rosete en el sector de Potrerito a manera de Vanguardia, para luego continuar su avance hasta el lugar de los atrincheramientos de Rosete, esto en la hacienda de la familia Alvarenga lugar donde la batalla se traba a las dos de la tarde, dura y violenta por lo complejo del terreno y lo desigual de las fuerzas, pero las tropas republicanas en tan sólo una hora logran vencer al enemigo y hacer que se desbande en retirada, rápidamente Ribas ordena la persecución y captura de las tropas enemigas, las cuales se enfilan en fuga vía a la Serranía nuevamente. Ribas en su Parte Oficial del Combate nos narra:

Las armas de Venezuela, siempre triunfantes, acaban de tener la gloria de haber derrotado completamente al pérfido Rosete, en su Quartel General de Charayave, con 800 ó 1000 hombres. Como su situación es ventajosísima, creyeron hacerse firmes, y sacar todo el partido de que eran capaces, si las tropas de la República no tuvieran siempre el valor preciso para superar todos los obtaculos.

A las 12, nuestras tropas se encontraron con una avanzada enemiga en el sitio del Potrerito. Fué batida. Le tomamos los fusiles y todos los caballos ensillados en que hacían su gran guardia. A las dos de la tarde, llegamos frente a este pueblo y haciendo desfilar 100 hombres de infantería, y 50 de carabineros, por la hacienda de cacao de los Alvarengas, para que le atacasen por la retaguardia; di órden al exército para que inmediatamente esta división rompiese el fuego, y atacasen de frente con toda la fuerza: efectivamente sucedió así; pero con tan buen éxito que aun no había cumplido una hora de fuego quando ya se había decidido á nuestro favor, tomandoles el pueblo, y poniendose ellos en una precipitada y vergonzosa fuga; uno siquiera no pudo tomar el camino de Ocumare ni Santa Lucia. Todo el que no ha sido prisionero, muerto, ó herido, se ha encumbrado por la sierra, sin que uno vaya unido á otro: nuestras tropas le han perseguido por diversos puntos, encontrando los caminos de las serranías cubiertos de lanzas, caballos y cadáveres.

         En medio de la huida Rosete deja abandonado una gran cantidad de armas, municiones, prisioneros, equipajes y documentos de guerra entre los que se hallaron cartas, planos, en fin pruebas de las conspiraciones de Rosete y los realistas de Caracas y la Guaira, entre los objetos hallados se identifico una carimba o hierro de marcar con la letra “P” y que al parecer estaba destinada para marcar a los patriotas con ella, hierros como estos fueron hallados también entre las cosas de los jefes realistas en el Campo de Batalla de Araure uno perteneciente a Yáñez con la letra “R” por “Republicano” y otra de Puy con la letra “I” por “Insurgente”, Ribas es informado de que había una guarnición realista en Ocumare de 50 hombres dejada por el jefe realista y continua su rumbo hacia ese pueblo para reducirlos, pero enterados estos del avance de las tropas republicanas abandonan el pueblo.

        El General José Félix Ribas llega al pueblo de Ocumare el día 21 de febrero y al entrar al pueblo el horror que siente al contemplar el dantesco cuadro de la muerte dejada por las tropas de Rosete son plasmadas en un comunicado enviado al Coronel Juan Bautista Arismendi, en el cual expresa:

“Señor Gobernador:

     Al participar á V.S. los horrores que he presenciado en este pueblo, al mismo tiempo que me estremezco de compasión, me hace jurar un odio implacable á  la ferocidad de los carnívoros Españoles: el nombre de esa nación siempre bárbara, debe gravarse en el corazón de los Americanos para que nuestras futuras generaciones la vean con la execración mayor. Mas de trescientas victimas inocentes han sacrificado á su ambición, entre ellas una tercera parte del bello sexo y niños: montones de cadáveres, y de hombres despedazados es el espectáculo único con que han dexado adornadas las miserables calles y plaza de este pueblo: con troncos y miembros humanos mutilados, han empedrado sus calles, haciendo presenciar al marido la muerte de la esposa; á la madre la muerte del hijo, descargando después el acero sobre ellos, sin permitirles siquiera el recibir los auxilios espirituales por mas que los miserables clamaban por este solo bien. Los excesos cometidos en la villa de Aragua, en S. Juan de los Morros, y en otras partes de nuestras provincias, solo habían bosquejeado en ellos lo que debían de poner en execución en este desgraciado Pueblo.”

    “La sangre Americana es preciso vengarla. Las victimas de Ocumare claman á todos los que tienen el honor de mandar los Paises libres de America. Yo reitero mi juramento, y ofrezco que no perdonaré medios de castigar y exterminar esta raza malvada.”

     Dios guarde á V.S. muchos años. Quartel General de Ocumare 21 de Febrero de 1814. 4º y 2º

                                                                    José Félix Ribas.

        Una vez en el pueblo a Ribas y sus tropas no les queda más que ayudar en la limpieza del pueblo y colaborar en dar sepultura y en la mayoría de los casos incinerar a los pobres infelices del pueblo, ordena fusilar a los prisioneros realista en represalia de aquel horror e incluso un soldado encuentra a un muchacho vivo de catorce años caminando en medio de los cadáveres, el cual es llevado ante Ribas y éste le dice:

“Yo he escapado al suplicio, he vivido de troncos de árboles, escondido en los montes. Mi padre (un canario llamado Bartolomé Truxillo) me entrego á Rosete para que me diese muerte por ser adicto á la causa de mi Patria. El monstruo se sobrecogió de espanto á tal demanda, y me dio la vida: yo la he salvado en medio de los bosques” 

        De inmediato Ribas ordenó la captura de aquel hombre y formando un pelotón de Carabineros lo fusiló por semejante cosa, Ribas arma una pequeña guarnición la cual es dejada en el pueblo como resguardo y envía el grueso de su tropa de regreso a San Mateo, mientras que él se encamina a Caracas.

        En los siguientes días del mes de febrero y principios de marzo se suceden una serie de ataques en el occidente de Venezuela lo que hace que el grueso de las tropas patriotas deban ser concentradas o salir en auxilio de los reductos que aun debían ser defendidos, si bien cierto es que a estas alturas la llamada Expedición española había sido derrotada y los grandes líderes como Monteverde habían huido fuera de Venezuela, la sombra de Boves, Ceballos Yanes, Puy y demás comandantes conducían ya una guerra vandálica, sedienta de sangre y odio que asolaba todo a su paso, fuertes fueron los combates en Puerto Cabello, en Cagua y San Mateo.

       Mientras esto ocurría Rosete le comunica a Boves lo ocurrido en los Valles del Tuy y éste responde enviándole nuevos refuerzos, los cuales sumados a los que lograron escapar en Charallave sumaban 3000 hombres, le ordena además insistiese según lo planeado por el Tuy, Rosete se dirige a la serranía y llega nuevamente a Ocumare el día 06 de Marzo destrozando fácilmente la pequeña guarnición dejada por Ribas, sólo habían pasado 14 días desde la Batalla de Charallave.

       Una vez Rosete en Ocumare, a uno de los hacendados del pueblo, Don Pedro Vegas intenta aplacar a la bestia invitando a éste a un almuerzo en su casa, Rosete acepta, durante la comida la actitud de Rosete es intolerable pues fastidiaba a los comensales no sólo con ofensas y sarcasmos, sino que además empezó a molestar a los presentes lanzándoles pedazos de pan, al poco rato una de las damas presentes no soportó más las burlas y encaró a Rosete, éste se levantó amenazando y tirándolo todo al tiempo que ordenaba a su tropa formarse, los presentes se lanzan  en carrera fuera de la casa para escapar, la mayoría son capturados y asesinados, entre los que se cuenta al propio Vegas y a su esposa,  Doña Juana Aristigueta, a quien hace desollar la espalda aún viva y a Don Domingo Maucó a quien le cortan la planta de los pies y lo hacen dar vueltas alrededor de la Plaza mayor antes de matarlo, incluso matan al padre de Luisa Cáceres, Don José Domingo Cáceres quien se encontraba allí por invitación de su amigo el comandante Juan José Toro.

      Seguido, Rosete emite un Bando o comunicado donde ordena a los capataces y mayordomos de las haciendas se le presentasen, ocurrido esto les ordena a quienes se presentan, que deben sublevar a todas las esclavitudes de las haciendas donde trabajan o serán asesinados, estos obligan a los esclavos a sumarse a las fuerzas de Rosete; con relación a esto en la Gaceta de Caracas del lunes 23 de mayo de 1814 se puede leer lo siguiente:

       Las órdenes que comunicó á Rosete fueron las de levantar esclavitud de Ocumare. Mas de tres mil esclavos fueron forzados á seguir á este otro español; y á pesar de la extrema repugnancia que tenían para seguirle, fueron forzados á ello. La táctica de Rosete en los Valles del Tuy, fue la siguiente. A su llegada á Ocumare echó un bando para que pena de la vida, se le presentasen todos los mayordomos de haciendas, y los mandadores de ellas. Luego que lo verificaban, les intimaba que presentase en el momento las esclavitudes de sus haciendas respectivas, las que forzaba á tomar las armas.

Portada de la Gaceta de Caracas del Lunes 21 de Febrero de 1814. foto Iván López año 2012

        Al saberse de estos hechos en Caracas, la ciudad entra en pánico colectivo, José Félix Ribas se hallaba en cama debido a que estaba enfermo de fiebre palúdica, con pocas tropas Juan Bautista Arismendi organiza un ejército en cuyas filas se pueden ver niños y ancianos, en total 800 hombres, para salir a detener la nueva amenaza en el Tuy, entre estos hombres se halla Félix Cáceres de 14 años de edad, hermano de Luisa Cáceres, quien espera vengar la muerte de su padre, las tropas se enfilan rumbo a Los Valles del Tuy el día 13 de marzo, llegando a la entrada de Ocumare el día 16 de marzo.

        Rosete enterado del avance de Arismendi, aposta tropas entre las haciendas de cacaotales y cafetales en los flancos de la entrada del pueblo, para emboscar a los republicanos, manteniendo el grueso de sus tropas por el centro justo en el pueblo, Arismendi sin revisar el terreno entra imprudentemente en la trampa y sus tropas son masacradas indiscriminadamente, perecen en el campo de batalla 700 hombres entre ellos Félix Cáceres, sólo logran salvar la vida 100 de ellos, la mayoría mal heridos, entre los que se cuenta el Coronel Justo Briceño, al regresar Arismendi a Caracas Ribas no encuentra como contenerse para no enjuiciarlo, paralelo a esto Bolívar en San Mateo recibía noticias de la invasión al Tuy y ordena al Coronel Mariano Montilla junto a 400 hombres ir en ayuda a Caracas, quien llegaba justo en el momento en que Arismendi regresaba derrotado.

        Con los refuerzos de Montilla, el resto de las Tropas de Arismendi y más voluntarios, José Félix Ribas junta 900 hombres y haciéndose conducir en un Coi (una camilla de mano) se enfila nuevamente a Ocumare del Tuy, llegando el 19 de Marzo en horas de la tarde, esta vez Ribas acampa a las afueras del pueblo en las Sabanas de Salamanca, incluso hay quienes afirman que acampa justo en las tierras de la Hacienda de los Machillanda.

        Ribas decide, teniendo como antecedente la derrota de Arismendi, estudiar el terreno, acción que permitió detectar las posiciones del enemigo, y planifica enviar en avanzada al Coronel Leandro Palacios con una fuerza a batir todos los atrincheramientos previos al paso del río, mientras el avanza sobre el centro seguido del Coronel Mariano Montilla y el Coronel Gogorza, previsto el plan de ataque, a la mañana del día 20 de Marzo, Ribas hace tocar la diana fuertemente, esto crea un efecto positivo en los republicanos e incide de forma negativa sobre las huestes de Rosete.

       A las seis de la mañana se inicia la marcha y a las siete se comienzan los combates, siguiendo lo planeado se adelanta el Coronel Palacios quien bate cada trinchera, derribando cada parapeto y trampa colocada en el camino hasta llegar al paso del río Tuy, en ese momento el grueso de las tropas comandadas por Ribas son enviadas y se traban los dos frentes en fuerte Batalla, esto ocurre aproximadamente desde las 09 de la mañana hasta las 11 y 30, ninguno de los lados cedía un palmo, en ese momento las divisiones de Ribas realizan una acción de fuego cruzado debilitando al enemigo y la sección de cazadores republicanos se enfilan en columna y atravesando el frente enemigo logra abrir una brecha  tomando el pueblo, visto lo ocurrido, Rosete como último recurso envía su caballería sobre los patriotas, pero ésta se estrella contra el escuadrón de lanceros del Coronel Mariano Montilla quien ordena una defensa de forma vertiginosa.

       Rosete huye acompañado del resto de su horda de forma desordenada y se enfila vía al paso del Picacho, inmediatamente es perseguido por Ribas hasta las tres de la tarde llegando a detenerse en Súcuta, pero ordena a los Coroneles Mariano Montilla y Leandro Palacios continuar la persecución, ésta se extendió por el resto del día, una vez atravesado el paso, las tropas de Rosete se encuentran casualmente frente a frente con la avanzada del ejercito de Oriente, comandada su vanguardia por el Coronel José Francisco Bermúdez, el cual destroza los restos de la tropa de Rosete, salvando este último la vida milagrosamente y encaminándose hacia Villa de Cura para reunirse con José Tomas Boves.

       Ribas reduce y apresa algunos enemigos que quedan en el pueblo de Ocumare, entre ellos muchos de los esclavos sublevados de las propias haciendas del Tuy, los cuales luego serían regresados a sus haciendas, incluso se capturaron muchos oficiales y heridos, en la Gaceta de Caracas número LI del lunes 21 de marzo se puede leer lo siguiente:

Las armas de la República han triunfado en Ocumare. El General Ribas ha añadido á su Patria otro nuevo laurel, batiendo completamente á Rosete en la mañana del día de ayer. Los restos del Exército de este bandido se persiguen por todas partes; y los bravos republicanos de Venezuela han hecho conocer, que en los peligros es que se debe mostrar la energía y entusiasmo que ellos han manifestado para triunfar de los enemigos de la Patria.

        En los documentos para el estudio de la vida del libertador se recoge una canción que recorrió Caracas en los días siguientes a estos hechos, que expresan el valor del líder y la voluntad del vencedor de la tiranía y la opresión en el Tuy, la cual decía:

“Cantad himnos al héroe triunfante,

Al invicto, al Valiente campeón,

De Rosete el espanto y asombro,

de Ocumare otra vez Vencedor.”

        La secuencia de estos hechos deben ser narrados a las nuevas generaciones tal cual como ocurrieron, pues en ocasiones se tiende a confundir fechas o hechos,  presentándose incluso la batalla de Ocumare primero y la masacre como consecuencia de esta, en otros casos mostrando a los combates de Charallave como hechos aislados de la invasión de Rosete, se debe conocer el pasado para comprender el presente, pero respetando su secuencia lógica, pues esto permite el entendimiento fácil y sencillo de los hechos del hombre en el tiempo.

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Gaceta de Caracas. Número XLV, Lunes 28 de Febrero de 1814.

Gaceta de Caracas. Número XLVI, Jueves 3 de Marzo de 1814.

Gaceta de Caracas. Número LI, Lunes 21 de Marzo de 1814.

Gaceta de Caracas. Número LII, Jueves 24 de Marzo de 1814.

Gaceta de Caracas. Número 55, Lunes 4 de Abril de 1814.

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Comentarios en: "LA MASACRE DE OCUMARE DEL TUY, “1814 AÑO SANGRIENTO”." (3)

  1. gracias por el aporte, bueno espero que esto me sirva para una clase en la selva de concreto

  2. me ayudo con la tarea gracias saque 19

  3. laura malvacia dijo:

    Que trabajo de investigación tan completo, pedagógico y elaborado poniendo a la historia como ciencia y no como un conjunto de anécdotas.

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