Historia regional y local del Valle del Tuy

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Historia Sobre la Fundación de Ocumare del Tuy

Por: Juan José Flores

       Por el año 1574, 11 años después de ya pacificados Los Teques y Los Mariches, enemigos de los QUIRIQUIRES, es cuando los españoles pueden penetrar en el corazón del gran Valle que fertiliza el Tuy y donde se encuentra la Sabana de Ocumare. Esta penetración es posible, gracias a la tenacidad del Teniente de Gobernador Francisco Calderón; es de hacer notar que los conquistadores andaban y desandaban la ribera Norte del Río Tuy, pero jamás habían cruzado su caudal y llegado a la Ribera Sur. Sólo Calderón logra está hazaña y en efecto sale de Caracas, con una expedición compuesta de 80 soldados españoles y más de 600 indios vasallos de Aricabuto, Cacique de Los Mariches, entrando por el sitio que denominaron Salamanca; con este nombre designaron los conquistadores, lo que es hoy el lindero entre las poblaciones de Charallave y Ocumare, nombre que también le fue confirmado por Juan Rodríguez Suárez, aún existen en la jurisdicción del Municipio Ocumare dos sitios con ese nombre: el Cerro de Salamanca y la Hacienda Salamanca, este territorio le fue dado en encomienda a Garci-González y a Francisco Infante en ese mismo año 1574.

            Calderón se conformó con dejar en ese sitio una pequeña guarnición al mando de Francisco Infante y siguió hacia el Sur, llegó hasta la ribera Norte del Rió Tuy, caminó hacia el Este paralelamente al Río y a pocos metros de la desembocadura del Río Súcuta, lo vadea y hace un pequeño giro hasta llegar al sitio denominado hoy Marare, cerca de lo que hoy se conoce como Sabana de la Cruz. Es necesario hacer notar que desde su salida de Caracas hasta su llegada a Marare. Calderón no encontró un solo indio en pie de guerra, ya que las tribus hostiles habían abandonado su poblado internándose en lo más intrincado de la montada.

Iglesia San Diego de Álcala de Ocumare

       Imagínense la Sabana como un afebo gigante descansando su cabeza a los pies del Sistema Montañoso del Interior, mientras sus extremidades eran bañadas por las refrescantes aguas del Río Tuy, con su tórax y miembros pletóricos de cedros, araguaneyes, apamates, bucares, jabillos, ceibas pardillos, zapateros, moras, robles, guayacanes, bambúes y sus chaparrales de guatacaro, hermosa tierra poblada de pájaros multicolores y aves cantoras, con árboles frutales, raíces comestibles, caza y pesca en abundancia para satisfacer los gustos más exquisitos.

        Tal fue el paraíso que hallaron los castellanos en esta Sabana del Tucuy de los Ocumares, rodeada a su vez por los cinco ríos circundantes: Lagartijo, Súcuta, Marare, Aragüita y Ocumarito. Ya en Marare, Calderón comprendió la imposibilidad de conquistar el territorio y mantenerlo en paz, mientras no se afirmara un establecimiento definido, y por tal inspirado motivo, resuelve fundar en él una población escogiendo para tal fin el Valle de Ocumare; al principio la idea les pareció buena a sus compañeros, se hicieron los primeros palanques de defensa y se construyeron algunas viviendas, luego cambiaron de parecer y se opusieron a continuar la obra, alegando que esta fundación perjudicaría a las Ciudades de Caracas y Caraballeda; esta disparidad de opiniones y controversias disgustaron seriamente a Calderón, que enojándose de tal manera puso preso a los revoltosos, entre los que se encontraban Juan Rivero, Sebastián Díaz y Juan Gómez, y con ellos detenidos regresó a Caracas; esta acción le valió su destitución, cuya empresa al principio de una gran hazaña se transformó en un rotundo fracaso.

        Con esta penetración a los Valles del Tuy, lograda por Calderón, no se logró su pacificación. Tres años después, o sea en el año 1577, los QUIRIQUIRES, instigados por su líder, la India APACUANA y al mando del Cacique Acuareyapa, atacaron en Carayaca a los encomenderos Francisco Infante y Garci-González, salvando éstos la vida gracias al valor de García González, el cual aún herido cargó en sus hombros a Infante, hasta ponerse a salvo, logrando alejarse del campo de refriega.

        Los alcaldes de Caracas como también los vecinos españoles se indignaron de tal manera ante este acontecimiento y resolvieron enviar una fuerza para castigar a los indios, la cual fue integrada por 50 españoles; unos a caballos y otros acompañados de perros de presa y por supuesto provistos de arcabuces, además le seguían una cantidad de indios TEQUES; siendo todos ellos puestos a la orden de Sancho García.

Plaza Francisco de Miranda

        Denodado trabajo le costó a este conquistador penetrar en ese territorio; pues todos los caminos estaban defendidos por indios, luego de un duro trajinar, llegó al fin al pueblo y lo incendió, así como también todo lo que fue encontrando a su paso, destruyendo también las sementeras que cubrían aquel ameno valle.

        Mientras Sancho y su gente se hallaban en tal criminal operación, los indios se habían ido organizando, para reunirse y caer sobre el destacamento español, cuando por mala suerte para ellos, un indio que se ocupaba de colocar púas envenenadas en una vereda, fue sorprendido y hecho preso por los invasores; sometido este a tormentos atroces fue obligado a confesar cuanto sabía: la proyectada concentración de los indios y el punto de reunión.

         El lugar de la cita era el fondo de una quebrada, posiblemente la Quebrada de Charallave y cuando llegaron los Castellanos, habían algunos Caciques y como 500 indios esperaban a los otros; en la marcha les cayó encima García y a pesar del valor desplegado por el Cacique Acuareyapa, quién murió de un lanzazo por la espalda, en el encuentro fueron dispersados o muertos; esta batalla fue fatal para los nativos debido al temor que le infundieron las armas de fuego, los perros y caballos.

     Entre los que cayeron vivos en manos de los vándalos españoles se encontraba la India Apacuana, madre del Cacique Guácema, a la cual ahorcaron inmediatamente, porque se decía que era ella la que había aconsejado la muerte de Infante y García González. El feroz García, dejó colgado el cadáver de esa mujer en un árbol al margen del camino; este espectáculo y la pérdida de más de 200 indios que tuvo lugar en los encuentros siguientes, atemorizaron tanto a los demás que al fin pidieron la paz, y como los españoles también la querían, le fue otorgada de mil amores.

          Así, después de 79 años del descubrimiento de Venezuela, logran al fin los españoles la conquista de los Valles del Tuy. La fundación de Ocumare como la de otras ciudades de nuestro país, tienen fechas inciertas, las cuales muchas veces confunden la verdad histórica, pero también es cierto que los historiadores exponen a los pueblos en tres acciones diferentes: formación, fundación y erección; aunque desde el primer momento en que se levantan los palenques de defensa y se construyen las viviendas, es indicio para la fundación de un pueblo, a todo esto cabe agregar que son muy pocas las actas levantadas por los conquistadores cuando formaban una colectividad; en cuanto a la erección como Parroquia o Entidad Municipal, se debe tomar muy en cuenta, que para poder llegar a una posición de tanta significación, debe existir un conglomerado representativo, para exigir tan elevado rango.

       Está razón, es motivo para no estar de acuerdo con la opinión de algunos historiadores que sitúan la fundación de Ocumare en el año 1673; con la apreciación del diligente y afanoso historiador Aníbal Laidera Villalobos, cuando nos da a conocer y sitúa la fundación de este pueblo en el año 1597. Este último año debe su el punto de partida para hablar de la fundación de Ocumare el Tuy. La fundación de la Sabana del Tuy de Ocumare, se logra al fin y puede asegurarse se consolida el 5 de diciembre de 1597.

       A continuación lo que dice el escritor e historiador Don Aníbal Laidera Villalobos:»Tengo a mano todos los datos referentes a la fundación primogénita de la Villa de Ocumare o Villa de la Sabana de Ocumare; pero tengo también referencias objetivas tocantes a la segunda fundación entre Marare y Súcuta en 1593. Primera 1574. Acto de posesión, toma el sitio, demarcación y campamento para 80 soldados y 600 aborígenes aliados expedición al mando del Teniente de Gobernador Francisco Calderón. Una fuerte oposición de los acompañantes eliminó el intento, a pesar de la distribución de tierras y la resistencia a dos acometidas de los QUIRIQUIRES, dirigidos por Yarecuare. Pero la real y definitiva fundación tuvo lugar en el sitio Mararito y la Sabana el 5 de diciembre de 1597″.

Plaza de Ocumare del Tuy, principios del Siglo XX.

Origen del Nombre de Ocumare del Tuy

          La etimología del vocablo Ocumare, dice el doctor y sabio Arístides Rojas, se deriva de Cumari, nombre de una planta textil de la cual sacaban hilo para fabricar hamacas los indios Tacarigua. También es posible que su derivación venga de la raíz llamada Ocumo, voz de origen Caribe al igual que Cumaná, Cumanagoto y otros de muy parecida fonética; como se sabe, el ocumo es una planta muy de los lugares húmedos, y la región de Ocumare es una de las regiones más húmedas del centro del país.

        El Ocumo es cultivable, pero que nace silvestre, solamente en Venezuela se le da ese nombre, en otros países como en Cuba, se te denomina malanga, por lo tanto no tiene nada de extraño que al llegar los Castellanos a la región, encontraron una gran extensión de sembradíos de dicha planta y al saber por los naturales su nombre, llamaron a esta tierra la Sabana de los Ocumares, luego al correr del tiempo vendría la corrección por la Sabana de Ocumare.

       En cuanto a su segundo nombre, el cual determina su binomio, dice el sabio Arístides Rojas, lo siguiente: «El vocablo Tuy es Castellano», en realidad existen en la Provincia de Pontevedra, España, una ciudad del mismo nombre, continúa diciendo el Dr. Rojas, «y parece haber sido dado a este hermoso río por la semejanza con el nombre indígena». ¿Cuál fue éste? Los Cumanagotos llamaron Tucuy al agua de yuca. Tucuy se llamó también entre los Caquetíos de Barquisimeto una pequeña paloma y de aquí los Tocuyos o Tucuyos, nación que habitó a orillas del Río Tocuyo.

Antiguo Palacio de Gobierno en Ocumare

        Tenemos pues que Tocuyo y Tucuy, como equivalentes de una paloma y el agua de yuca, tienen origen semejante. Probablemente al actual Río Tuy, se conoció con el nombre de Tucuy; y de aquí la contracción Castellana de Tuy, dado al río por los conquistadores; las labranzas indígenas a la orilla del río antes de la llegada de los conquistadores, y el cultivo que se hacía de yuca, hacen presumir que el nombre dado por algunas tribus al agua de yuca, es decir, Tucuy, fue el que lleva el río. Por lo expuesto se deduce que el nombre original de la región diría así Sabana del Tucuy de los Ocumares.

      Este artículo fue escrito por el ya difunto cronista de Ocumare del Tuy Juan José Flores,  el cual hemos reproducido integro como una manera de rendir tributo a este ilustre amigo, tomándolo como inicio para futuras investigaciones.

Crónicas del Río Tuy, “Vivencias de ayer y de hoy, recuerdos para mañana”

Por Manuel V. Monasterios G.

…Deje vagar los ojos por las vegas, hasta que se perdía la vista en las cañas amargas y las guaduas que servían de dique a las crecientes del río Tuy, ancho, profundo y majestuoso, aun así prisionero entre  juncos y bambúes.

PEONIA novela del siglo XIX, cuyo ambiente corresponde al Tuy de aquellos años, escrita por Manuel Vicente Romero García

Paso de los Claveles Río Tuy (Cúa 1930) Foto cortesía de familia Monasterios.

     Los valles del Tuy deben su nombre al noble río, llamado Tucuy por los indios Quiriquires, pero en más de 60 años la negligencia, la indiferencia, la falta de conciencia lo transformaron en un cadáver, desde el período pre-hispánico el río Tuy fue el  epicentro de la vida de estos pueblos, las aldeas indígenas se asentaban en las cercanías del río, los primeros pueblos del período colonial también fueron ubicados cerca del curso del río al igual que las primeras haciendas cacaoteras, se fundaron en sus vegas, los tablones de caña y los viejos trapiches se movían gracias a la fuerza hidráulica que generaba por las acequias de calicanto, construidas con mano de obra esclava. El Tuy lo mismo calmaba la sed de sus pueblos, regaba plantaciones, movía trapiches, servía a la recreación en sus límpidas aguas y  además producía alimentos. El río era la vida y a veces la muerte por las enormes crecidas, en invierno era muy difícil vadearlo y había que esperar que la creciente bajara para continuar el camino.

     Hasta hace 50 años los tuyeros tenían sus playas para aplacar el calor en los pozos del río, fue muy famosa en los años 40 y 50 la presa de Marín en (Cúa) construida por el gobierno del General López Contreras para el riego de la recién creada “Colonia Mendoza”  el verdadero “granero de Caracas” por su inmensa riqueza agrícola. Era costumbre en los fines de semana, carnaval y semana santa acudir en plan recreativo familiar al rio y complementarlo con el famoso “sancocho de corroncho”, llevando solo la verdura y la olla, pues el corroncho estaba en el río. Esa costumbre se extinguió, es doloroso observar lo que queda de aquel majestoso y cristalino río. El Tuy sirvió de “Camino” para sacar por Barlovento las grandes cosechas de cacao, durante el período colonial.

     Hasta los años 40 la población Cúa se surtía de agua de los aljibes que se abrían en sus orillas, la profesión del “aguador” con su burrito con dos pipas de agua, que vendían por encargo, también desapareció. A finales de los años 30 Don Elías Acosta y el coronel Tomás Hugo Quiroba construyeron el primer acueducto.

     El río Tuy tenía una gran variedad de peces y mariscos,  se destacaban además del corroncho, la guabina, las sardinas, los menos recordados como la Yuca (un pez que se soterraba en los fondos pantanosos del río), La Panaca con sus variedades de barba y aguja, el Mataguaro, el Bagre Tuyero, el Roncador y el Coporo Tuyero. Resulta increíble para la gente de hoy que ese hilo de aguas pestilentes, tuviese  en épocas pasadas tal variedad de peces, además, el río Tuy tenía variedad de camarones a los cuales se les denominaba por su tamaño en Caballas y Caballos, Cangrejos de varios tipos y una especie de Langosta de rio, denominada Camacuto. Una fauna rica que era aprovecha para la alimentación de los tuyeros. No había llegado el seudo-progreso, Lo que le  llevó millones de años  a la naturaleza  en construir para ofrecérnosla generosamente, lo destruimos en menos de 100 años y todavía no entendemos que estamos obligados a volver a la madre naturaleza.

     No es sustentable el futuro, aún con toda la tecnología que manejamos hoy día, si no tomamos conciencia de la necesidad de respetar la naturaleza y de hacer todo lo posible por volver al recate de ríos y quebradas, a la siembra de árboles, hoy en los valles del Tuy el termómetro marca unas grados más que hace 50 años, el calor es insoportable, se acabaron las frondosas arboledas de Guamos y Bucares que daban sobra a los cafetales, se cortaron los enormes Mijaos y Caros que crecían en las riveras de quebradas y ríos, el tractor acabó con la Vera, el Araguaney, los Apamates, los Bambúes y hasta la caña amarga, que servía para el cobijo de los techos de teja. Por los hechos se de muestra que durante 70 años la deforestación ha sido implacable con los árboles del Tuy, se contamina el ambiente sin medir las consecuencias.

     Es justo recordar aquellas autoridades como el general Luís Ramos a comienzos del siglo XX que ordenaron plantar Mamones en la recién construida Plaza Bolívar de Cúa ( 1911) sembrar Apamates en la calle Cruz Verde y Pueblo Nuevo, y nuevo cementerio, el coronel Tomás Hugo Quiroba, quien a fuerza de multas a quienes dañaban la naturaleza o amarraban burros en la plaza Bolívar logró reunir dinero suficiente para comprarle a Doña Tula Osío el corralón que servía de cine, para construir el primer mercado publico que tuvo Cúa.

     Es justo también recordar con cariño los viejos pescadores del Tuy cueño, como Santiago Riobueno, Isidro Vera, Pio Rosendo, Manuel “el sordo”, el famoso Chiva de Oro, Valentín Sequeda, Gregorio Moreno. Los últimos pescadores del Tuy fueron los hermanos Gregorio y José Vera. Todos ellos sin ser ecologistas sabían aprovechar los recursos del río respetando su integridad, sabiduría popular.

     El Tuy también tiene sus leyendas de “encantos” como Macario en el pozo la piedra de Juaniquito, quien fue llevado al fondo del rio, a un mundo maravilloso por una hermosa mujer,  cuenta la leyenda que Macario apareció años después flotando en el pozo, y que cuando era llevado al cementerio no se sentía peso alguno en el ataúd, se percibía un suave perfume de rosas y al momento de enterrarlo una nube de mariposas azules se posé sobre su tumba.

     La riqueza ecológica, la magia de las leyendas se las llevó la contaminación, ojalá que toda esta beneficiosa campaña, por los nuevos medios, de concientización para salvar nuestro planeta de la autodestrucción, empiece por descubrir lo que tenemos más cerca, por salvar y recuperar nuestro río Tuy y nuestros hermosos valles;  río que otrora fuese centro generador de la vida económica, cultural, y recreativa de estos valles. Soñemos con un “río parque” desde Tácata hasta Guatopo, libre de aguas servidas, que nos dé calidad de vida, soñemos con la recuperación de su fauna, con la siembra de árboles en sus cabeceras y riveras, Hay un presupuesto millonario para tal fin, desde hace muchos años, aprobado por el Poder Legislativo y manejado por el INOS, pero no estamos informados si se está ejecutando adecuadamente.

Salvar al río Tuy de tanta podredumbre es reconciliarnos con la vida. 

DE LOS CAMINOS DE RECUAS AL FERROCARRIL CENTRAL A LOS VALLES DEL TUY.

Por: Prof. Manuel V, Monasterios G

Caracas a Ocumare del Tuy.   87 Km.   (1884-1954.)  70 años.

Vieja Locomotora marca TUBIZE, bautizada con el nombre de Santa Lucía,que operaba en el Ferrocarril Central, hoy ocupa un lugar en el Museo del Transporte de Caracas.

         La cercanía de los valles del Tuy a la ciudad capital de Caracas y su inmensa producción agropecuaria permitió desde la época colonial que se abrieran picas y caminos para su intercambio comercial con el Valle. La mayor parte de la producción cacaotera del período colonial bajaba desde el Valle del Tuy por el Rio Tuy y se embarcaba en Barlovento.

           Los caminos del Tuy a Caracas, uno arrancaba de Charallave, salvando la montaña de Agua Fría, pasando el abra de la Cortada del Guayabo a encontrarse con el pueblo del Valle, el otro partía de Santa Lucía, remontaba por la fila de Turgua a entrar a Caracas por el camino del Hatillo y Baruta. Primero fue el camino al llano por las Sabanas de Ocumare utilizado por los indios Quiriquires  para bajar a las llanuras de Camatagua y Tagüay para utilizar los caminos de agua que les llevaban hasta la meseta bogotana. Luego los conquistadores abren el camino por Güiripa y Tácata. Esos no eran caminos, eran picas, por donde a duras penas las bestias cumplían su cometido, era imposible que en estas tierras tuyeras existieran las carretas y los carruajes, ya que no había caminos. El aislamiento caracterizó a Venezuela hasta bien entrado el siglo XX.

           Durante el Gobierno del Ilustre Americano General y Dr. Antonio Guzmán Blanco se decretó, construyó e inauguró en 1875 el “Camino carretero del sur”, la cual llegaba hasta San Casimiro, este camino carretero trajo grandes progresos a éstos valles, se podían sacar  los productos a los mercados y empezó a llegar el ganado del llano para el engorde y la ceba. El gobierno de Guzmán Blanco consideró la posibilidad de construir una vía férrea entre el Tuy  y Caracas. El 25 de agosto de 1883 el ejecutivo nacional dicta un decreto mediante el cual se ordena el estudio y construcción de una vía ferrea  Caracas – Santa Lucía, se asignaron 100 mil bolívares mensuales para el desarrollo preliminar de esta obra.

          El 24 de mayo de 1884, el Congreso Nacional aprobó un contrato entre el MOP (ministerio de Obras Públicas) y el señor Reginald Pringle (Ingles) para la construcción de un ferrocarril, que partiera de Caracas, Petare, Santa Lucía, Santa Teresa,  Ocumare, Cúa y se extendiera hasta Valencia. La primera sección del ferrocarril al Tuy fue inaugurada el 4 de septiembre de 1886 por el General Guzmán Blanco, (tramo Quebrada Honda- Petare). En 1890 se concluyó el tramo El Encantado – La Lira. Llegó el ferrocarril al km. 36 (estación Los Mangos) en 1891.

          Después de unos cuantos juicios, empréstitos, desastres naturales y sobretodo altos intereses, el ferrocarril llegó a Santa Lucía en octubre de 1910, durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez. Ya la capital del estado Miranda estaba ubicada en Ocumare del Tuy. Las obras continúan lentamente pasando por Santa Teresa, Yare y llega a la estación de Aponte, “Hacienda La Guadalupe” (hoy Pampero)  a mediados de 1928.

         18 años tardó la construcción de Santa Lucía a Ocumare,  la capital del estado Miranda había sido trasladada a los Teques. El 20 de noviembre de 1936 el gobierno del general López Contreras nacionalizó el Ferrocarril Central, (antes Inglés) y visitó a los valles del Tuy, solamente  en terrenos propiedad del ferrocarril estaba representado el dinero invertido en la nacionalización. Como ya es costumbre venezolana el ferrocarril en manos del estado se descuidó, no se hicieron las inversiones de modernización, la extensión de líneas al llano y Barlovento no se hicieron y en 1954 dejó de funcionar, las tierras del ferrocarril propiedad de la nación fueron invadidas, igual ocurrió con las estaciones, los rieles se transformaron en cabillas para la construcción de casas, se salvaron algunos equipos, locomotoras por la iniciativa del señor  Guillermo José Schael, Don Eugenio Mendoza y la Fundación Museo del Transporte.

        Los viejos ferrocarriles no pudieron con el “país gasolinero” que nacía con la era petrolera, los camiones Ford y Chevrolet se hicieron dueños de las cargas que generaban nuestros campos. En Venezuela no hemos desarrollado una cultura de mantenimiento y conservación, si bien es cierto que esos ferrocarriles no llenaban las expectativas, se hubiesen aprovechado bajo el concepto del turismo, como fuente generadora de empleos, con una actividad sustentable, así lo ha hecho Europa, incluso en Colombia.

        Pero esa cultura de conservación resulta muy difícil para un país petrolero, acá se destruyó, en nombre del supuesto progreso para construir avenidas y edificios, la mayor parte de las viejas casonas representativas de la arquitectura colonial desaparecieron. No es una añoranza enfermiza por el pasado, sino el respeto por lo que fuimos, para entender lo que somos y que podríamos ser.

     El ferrocarril Central a los Valles del Tuy constituyó en su época la obra de ingeniería más importante por las dificultades que tenían que superar, la inversión total fue de 19.639.000 millones de bolívares, financiada por bancos ingleses, 14 túneles, el puente “El Rosario” en las cercanías de Santa Lucía con 100 metros de largo, era el de mayor longitud para la época en toda la América. La estación principal estaba ubicada en Quebrada Honda, hoy se encuentra en este sitio la Mezquita Islámica de Caracas, las estaciones de Santa Teresa y Yare se hallan todavía y la de Ocumare del Tuy existe dentro de la propiedad de la empresa licorera (Pampero), donde funciona o funcionaba el comedor de industrias Pampero. El escritor Don Rómulo Gallegos trabajó como jefe de la estación Quebrada Honda.  Como Ruta Turística podría ser rescatada las líneas  entre Ocumare y Santa Lucía. .

         Todavía podemos soñar…………..

    Plano de los ferrocarriles del centro – Norte de Venezuela. La línea del ferrocarril Central llegaba hasta Santa Teresa. Podemos observar la línea férrea Caracas-Valencia, también las líneas a la Guaira y la de Valencia a Puerto Cabello.

Fuentes: José Murguey Gutiérrez  Construcción, ocaso y desaparición de los ferrocarriles en Venezuela” Fundación Editorial El Perro y la Rana Caracas. 2007

PERIODICOS DEL TUY SINTESIS CRONOLÓGICA

Por: Prof. Manuel V. Monasterios G.

     Hacer la recopilación informativa de las publicaciones periódicas (Prensa escrita) de los Valles del Tuy es un trabajo que requiere tener acceso  a las fuentes directas, es decir los archivos donde se encuentran estos documentos. Lamentablemente muy pocos son los ejemplares encontrados, tal vez existen en algunas hemerotecas privadas, de muy difícil abordaje. Es necesario crear conciencia sobre la importancia que tienen estas publicaciones como fuentes de la historia local. Su conservación y digitalización debe ser prioridad de las instituciones encargadas de la preservación del patrimonio documental.

      Al igual que los libros de registro y de actas, las publicaciones, desde revistas hasta los pasquines, constituyen la memoria de la comunidad. Su destrucción por descuido o negligencia significa una pérdida irreparable  de nuestro acervo cultural e histórico.  No sé si este tema despierta interés entre los ciudadanos de la comunidad tuyera, donde la atención se centra en la búsqueda, casi inalcanzable, de una solución satisfactoria a los problemas vitales como la seguridad ciudadana, los servicios públicos, el empleo, el transporte y la vivienda.  No es prioridad cuidar unos “periódicos viejos”, no hay interés en conocer el pasado, cuando el presente es agónico y el futuro es incierto.

   Sin embargo estamos obligados a realizar por este medio un llamado de atención, dirigido a las autoridades competentes para que se promueva la preservación del patrimonio histórico y artístico del Tuy.

      Con relación a los periódicos del Tuy tenemos las siguientes observaciones:

      El origen de la prensa escrita es tardío con relación a otras regiones del país.

     La primera etapa partiendo en 1903 con El Heraldo de Miranda, hasta 1929 con Ecos del Tuy es coincidente con el período en que la capital del estado Miranda  estuvo en Ocumare del Tuy.

      Podemos observar que los primeros pueblos con prensa fueron Ocumare del Tuy y Santa Lucía. Cúa se incorpora en 1930 con el periódico Cué, fundado y dirigido por los hermanos Hernández Piñero y el señor Luís Lara. Santa Teresa tiene su primer periódico en 1960, todavía administrativamente dependía de Santa Lucía, llamado El Tereseño, órgano de la Casa de la Cultura “Juan España”. El Pregón de Charallave, dirigido por Esteban Trujillo Cruz, su primera edición corresponde a 1995 y es el único vigente, con 15 años ininterrumpidos.

      Una de las características de la mayoría de los periódicos del Tuy es su corta duración.

      Urbanizaciones incipientes como Quebrada de Cúa y Nueva Cúa tuvieron sus periódicos representados en Municipio y El Correo de Talma.

      Para los investigadores e historiadores interesados en la historia local de los Valles del Tuy  durante el siglo XX, tienen necesariamente que recurrir a esta fuente de primera mano. Ojala que pudiésemos organizar una hemeroteca digitalizada y colocada en la Web para uso libre de todos los interesados. En Tucuy A.C. estamos empeñados en lograrlo. Ya tenemos digitalizada la Revista “Tesón” Número 1 de 1980 y todos los ejemplares de “Pinceladas Luciteñas”. Tenemos muchos ejemplares de periódicos y revistas del Tuy, pero necesitamos un escáner especial. Si usted tiene interés en esta iniciativa, comuníquese con nosotros por los correos de la página tucuy.com. Tal vez en su archivo hay un periódico viejo, nos puede ser muy útil. Sólo lo digitalizamos y se lo devolvemos. También puede colaborar para la adquisición del escáner.

Nombre de la Publicación Lugar de la Publicación Año de la aparición pública Directores y/o Redactores
EL HERALDO DE MIRANDA Ocumare del Tuy 1903 Francisco de P. Álamo
LA VOZ DE MIRANDA Ocumare del Tuy 1904
EL CREDO LIBERAL Ocumare del Tuy 1904
EL MIRANDINO Ocumare del Tuy 1910
JOB Santa Lucía 1928 General Tovar García
ECOS DEL TUY Ocumare del Tuy 1929 Prof. Luís D. Suse N.
LA TIRA Santa Lucía 1930 Sr. Luís Manuel Reyes
EL ASNO (HUMORISTICO) Santa Lucía 1930 J. J. Peehmin
CUÉ Cúa 1932 Hermanos Hernández Piñero
Don Luís Lara
EL LUCITEÑO Santa Lucía 1933 Aníbal Bustamante
LUZ Y SOMBRA Santa Lucía 1936 Eduardo Rodríguez
Francisco Carpio
José María Varela
LA VOZ DE CÚA Cúa 1936 Sr. J. R. Fernández
MAL BICHO Ocumare del Tuy 1937
NUESTRA VOZ Ocumare del Tuy 1938 José Ramón Medina, Heli Díaz, J.F. Paz Díaz
LA VOZ DEL TUY Ocumare del Tuy 1938
INFORMACIÓN Santa Lucía 1941 Sr. José María Valera
Sr. Eduardo Rodríguez
TIERRA Ocumare del Tuy 1943 Sr Manuel R. Oyón
CHICURA Cúa 1943 Sr. H.R. Román
PRESENTE Ocumare del Tuy 1944 Sr. Luís Sosa
Sr. Manuel L. Rivas
LA GLEBA Santa Lucía 1945 Sr. Félix Díaz Martínez
Diego Piña
Manuel Villegas
Otros
18 DE OCTUBRE Ocumare del Tuy 1946 Prof. Luís Suse N
EL LOBO GRIS Santa Lucía 1946 Presbítero Pantoja
LA VOZ DEL PUEBLO Cúa 1947 Padre Miralles
EL ORIENTADOR Cúa 1948 Dr. Leopoldo Palacios
Don Luís R. Ramos
EL COLEGIAL Ocumare del Tuy 1948 Orángel Alva
LUCES Ocumare del Tuy 1955 Ramón Peña
Metodio Aurely
VANGUARDIA DEPORTIVA Santa Lucía del Tuy 1956 Santiago Navas Morales
EL GRAN HERALDO Ocumare del Tuy 1957 J.E. Acuña Lezama
CRÍTICA Santa Lucía del Tuy 1957 Alfredo Gil, Hernán Gil
23 DE ENERO Ocumare del Tuy 1958 Víctor Pérez
EN MARCHA Ocumare del Tuy 1958 Fermín Luque Olivo
TIERRA LIBRE Cúa 1958 Vicente Emilio Oropeza
ALERTA Cúa 1958 Luís Angelino Manzo, Juan Ametller Portella
EL PEREZBONALDISTA Ocumare del Tuy 1959 Victor Pérez, Enrique Bolívar Navas
ALERTA MIRANDINO Cúa 1959 Juan Ametller Portella
HORIZONTES Ocumare del Tuy 1959 Armando Sarmiento, Eugenio Urbina, Juan A. Flores
EL TERESEÑO Santa Teresa del Tuy 1960 Órgano del Centro Cultural “Juan España”
ZAMORA Cúa 1960
LIBONAL Ocumare del Tuy 1960 Enrique Bolívar Navas
ECOS DEL TUY  Santa Teresa del Tuy 1962 Matodio A. Ibarra
EL INFORMADOR Ocumare del Tuy 1963
JUVENTUD Cúa 1965

Manuel V. Monasterios, Gustavo Hernández Santaella

ATENAS Cúa 1966 Luís Caropreso Ponce
APRENDER Ocumare del Tuy 1968 Luís Manuel Escalante
PUEBLO Y VOZ PARROQUIAL Ocumare del Tuy 1969 Monseñor Rafael Pérez León
RETO 70 Cúa 1969 Manuel V. Monasterios, Antonio Hernández, Gertrudis Mijares, Héctor Honorio Hernández, Félix Ormaechea
REVISTA CRITERIOS Cúa 1970 Órgano del Ateneo de Cúa. José A. Alberti, Anaida Mirabal, Alida Arteaga
CANDIL Santa Lucía del Tuy 1971 Santiago Navas Morales
FRENTE Cúa 1973 Alumnos del Centro Profesional de Cúa
REVISTA RETO Cúa 1973 Héctor Honorio Hernández, Manuel V. Monasterios
TUY INDUSTRIAL Cúa 1973 Luís Angelino Manzo, José Martínez, Efrén Martínez
EL TUYERO Santa Teresa del Tuy 1973 Luís Enrique Prato, Ramón Zerpa, Anita Arriens de Medina, Santiago Navas, Eduardo Rodríguez
EL TELÓN Santa Lucía del Tuy 1975 Santiago Navas, Tomasita Gil, Ramón Naranjo
MUNICIPIO Quebrada de Cúa 1975 Samuel Bensayan, Nicolás López Marrero, Hildemaro Pirela
VULCANITO Santa Lucía del Tuy 1976 Hernán Navas, Renato Ostilla, Miguel Llopis
EL PERIÓDICO DE OCUMARE Ocumare del Tuy 1980
EL EXPRESO Ocumare del Tuy 1980 Julio Cesar Marcano
EL MORO DE LA COSTA Cúa 1980 Luís Angelino Manzo, Adolfo Angulo Pérez
REVISTA TESÓN Cúa 1980 Consejo Parroquial de Cúa, Padre Germán Español, Manuel V. Monasterios
CONVERGENCIA Cúa 1981 Hildemaro Pirela Efraín Rodríguez
EL CORREO DE TALMA Nueva Cúa 1982 José G. Rodríguez
LA VITRINA Cúa 1987 Rafael M. Graterol, María Socas
REVISTA CÁMARA DE INDUSTRIALES DEL TUY Valles del Tuy 1990 Rafael M. Graterol
INFORMATIVO SANTA TERESA Santa Teresa del Tuy 1990
EL CORREO Y PUNTO Cúa 1990 Arturo Crespo, Augusto Bravo
EL CANAL Cúa 1990 David Algueiro
EL INFORMADOR Ocumare del Tuy 1993 Alcaldía del Municipio Tomás Lander, Antonio Trejo C., José Verenzuela, Beatriz Martínez, Juan José Flores
EL OCUMARENSE Ocumare del Tuy 1994 José A. Verenzuela, Juan José Flores, José Ramón Medina
EL PREGÓN DE CHARALLAVE Charallave 1995 Esteban Trujillo Cruz
REVISTA AMERICER Cúa 1995 Empresa Americer, Carlos Castillo
ZAMONOTICIAS Cúa 1997 Estudiantes del Liceo Ezequiel Zamora: Marielis Rondón, Ana Ravelo
LA PISTA LIGERA “ANECDOTAS” Charallave 1997 Gustavo Farrera L.,Víctor Roche, Javier Zambrano
EL VOCERO POPULAR Cúa 1998 Pedro Yajure, Néstor J. Chávez
EL PROFETA Santa Lucía del Tuy 1999
ESTANDARTE Santa Lucía del Tuy 2001 Antonio Brelio, Martín Girón
REVISTA PINCELADAS LUCITEÑAS Santa Lucía del Tuy 2001 Juan Ramón Ávila M.
EL ESPEJO Cúa 2001 Ignacio Guillén
ECO WEB Santa Teresa del Tuy 2004 Rafael González
INDEPENDENCIA HOY Santa Teresa del Tuy 2006 Froilán Martínez
OFERTA DIGITAL Valles del Tuy 2009

Manuel Monasterios, Wilmer Mosqueda, Juan V. Monasterios, Iván López

Fuentes:
Dr. José Marcial Ramos Guedez, “Historia del Estado Miranda”. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas 1981
Consejo Parroquial de Cúa. “Revista Tesón” Cúa. 1980
Fermín Luque O. “Periódicos de Cúa”. Artículo publicado en el Boletín del Centro de Historia del Estado Miranda. Número 03. Los Teques. Julio- Agosto de 1991.
Santiago Navas. “Libros y Periódicos de Santa Lucía. Artículo publicado en el Boletín del Centro de Historia del Estado Miranda. Número 03. Los Teques. Julio- Agosto 1991.
Hemeroteca Personal del Prof. Manuel V. Monasterios G. Cúa.

Carta de la Urbanización «Cristóbal Rojas»

     Saludos amigos lectores, en esta nueva entrega les traemos un tratado de micro-historia o de historias locales, un trabajo presentado por nuestro amigo y colaborador Arturo Lev  y de Carmen Abreu, en esta oportunidad nos introducen a los hechos cotidianos de la comunidad o la Urbanización Cristóbal Rojas de la población de Ocumare del Tuy, siendo este un trabajo de investigación documental realizado a través de recolección de testimonios y entrevistas a personajes destacados de la comunidad, o como expresa Arturo: » entrevistas a personajes que han hecho y están haciendo la historia viva de nuestra querida urbanización “Cristóbal Rojas”

      Estan ustedes pues invitados a disfrutar de este trabajo, esperando que sea de su agrado y que venga a ser una nueva herramienta para la construcción de la historia regional y local de nuestros pueblos.

Descargar Archivo Acá

Carta de la Urbanización Cristobal Rojas

Manual Histórico Institucional (Liceo Nacional «Pérez Bonalde»)

       Saludos estimados lectores, en el presente artículo que hemos deseado compartir en esta oportunidad con ustedes, les traemos el trabajo de uno de nuestros coterráneos TUYEROS, Arturo Lev Álvarez, compañero de estudios y disertaciones, de encuentros culturales y de pasión por el rescate de la memoria de los pueblos del Valle del Tuy Venezolano, en esta ocasión con la presentación de un Manual Histórico Institucional, el cual se enmarca en el estudio de la historia regional y local, analizando los aspectos sociales e institucionales de la educación Venezolana, desde la microhistoria de personajes y de eventos sobresalientes de una región ubicada fuera del foco central de los principales historiadores nacionales, escogiendo como institución objeto de estudio al Liceo Nacional “Pérez Bonalde”, ubicado en el Pueblo de “Ocumare del Tuy” estado Miranda.

        En palabras del mismo Arturo:

Es una historia necesaria para los tuyeros y que aquí se presenta en un manual histórico institucional, que no pretende ser el libro de la historia de dicha institución sino un aporte más para crear ese clima afectivo y de pertenencia entre el personal que allí labora, los estudiantes, padres, representantes y comunidad aledaña para con la institución.

      Es grato para Tucuy presentar en estos espacios el trabajo de este compañero, así pues los invitamos a disfrutar de esta producción que incluso puede servir de referencia en la construcción de nuevos empeños por el rescate de la microhistoria de los pueblos del Tuy, y sin ánimos de presunción de Venezuela y del mundo.

Descargar manual

Manual Histórico Institucional Liceo Pérez Bonalde